La razón de un homenaje

El Ateneo de Córdoba rinde, en la persona de Agustín Gómez, un necesario homenaje al Arte Flamenco. Mas esta distinción no es arbitraria ni gratuita. Se basa en veintisiete años de la vida de un hombre dedicado a la promoción, defensa y difusión del Flamenco en Córdoba, en España y –podría decirse- en todo el mundo.

Agustín Gómez representa, por antonomasia, el más notable bastión del Flamenco en Córdoba. Si la memoria no se nos pierde y dejamos la luz acercarse a nuestros ojos, sabremos de sus innumerables artículos en la prensa local y revistas especializadas, de sus múltiples conferencias en las Universidades españolas y europeas, de su inexcusable presencia como jurado en multitud de certámenes de Arte Flamenco, de su autorizada voz, de su ancestral elocuencia y docto magisterio, de su empeño y su existencia consagrada al cante popular de nuestra tierra.

Este es un merecido homenaje. Nombres ínclitos –egregias plumas y dotados pinceles- honran a este hombre en un hermoso libro que el Ateneo de Córdoba culmina con satisfacción para destacar y galardonar la labor de Agustín. Libro y disco de Cantes y Toques –muestra antológica de textos y voces- que el Ateneo de Córdoba presenta hoy a la sociedad cordobesa, española y universal –porque universal es su influjo- en esta vía abierta para todos de alumbrar la cultura y ponderar la misión de los hombres que la conservan y la propagan: como Agustín Gómez, nuestro insigne y entrañable flamencólogo.

Manuel Gahete. Portavoz del Ateneo de Córdoba
1991