Castillo de Dos Hermanas

Descripción

Hábitat indígena donde se observan en superficie estructuras, cerámicas ibéricas y romanas.

El castillo de Dos Hermanas se sitúa sobre una prominencia de del terreno de unos 20 m. Es de planta cuadrangular de 42 por 40 m, con una torre en el ángulo este, con base cuadrada y seis metros de lado, maciza desde su base hasta el nivel del terreno, reduciéndose a continuación para formar la cavidad que alojaba las escaleras que conducirían a una cámara en la parte superior, hoy desmochada. Desde la base descubierta tiene una altura de 14 m. En el extremo suroeste debió tener otra torre de menor dimensión. En la parte norte existen restos de una torre arruinada, como todo el castillo. Del muro este, incompleto, parte una cimentación que va a dividir en dos el castillo, uniéndose a un resto de fábrica que aún se eleva, en cuyo centro se ve un arco rebajado formado con dovelas desiguales en anchura. En la intersección de estos dos muros descritos del lado este debió existir una torre, gemela a la opuesta del muro oeste, e igual obra en el ángulo norte, suposición fundada en la analogía de las construcciones árabes, como ocurre en Bujalance.

Datos Históricos

Su presencia en la fuentes documentales data de la primera mitad del siglo XIV, concretamente en 1340 por Don Martín Alfonso de Córdoba para proteger a la aldea por él fundada, donde ubicó a los habitantes de su mayorazgo de Dos Hermanas, situado cerca de la nueva fundación y que era de difícil defensa. Fue testigo de hechos de armas relevantes tales como la resistencia al asedio combinado de Pedro I y Muhammad V de Granada, y desde aquí partieron numerosas partidas de guerra contra el reino nazarita.

Actualmente aparece arruinado, entre otras razones por el hecho de que Don Martín Alfonso de Córdoba lo destruyó parcialmente aprovechando material de él para la construcción del Castillo Ducal de Frías en Montemayor. Pese a su ruina aún subsiste su trazado cuadrangular y torres en las esquinas. Recientemente se han realizado en él catas arqueológicas.

Fuente

• Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico