Soleá de Triana

Procediendo cronológicamente hemos de empezar estudiando las soleares de Triana, que seguramente son las más antiguas (al menos, las más remotas alusiones se refieren a Triana). Dentro del grupo trianero las más venerables fueron las que se atribuyen a la Andonda . Ignoramos cómo se cantaban.

Fue la Andonda un gran maestro de la soleá y seguramente creó cante propio a tono con su temperamento apasionado y desbocado. Los Caganchos fueron indudablemente soleareros al estilo de Triana. Sin embargo no conservamos cantes suyos.

Es lástima que la confusión impere en este importante capítulo del Cante Flamenco.

De las ocho o nueve soleares trianeras bien diferenciadas que hemos seleccionado, sólo unas cuantas revelan pureza gitana. Una de ellas ha llegado a nosotros transmitida por Diego Bermúdez Cala "El Tenazas" (Premio de soleares en el concurso Granadino de 1922).

Al hablar de las soleares de Triana se hace imprescindible la referencia a Ramón el Ollero, mixtificador de los cantes trianeros y muy especialmente de la soleá, que en su boca perdió “rajo” y aires gitanos adocenándose en perezoso estilo gachón. Conocemos tres modalidades de soleá de Ramón el Ollero. Son las que cultivaron los cantaores no gitanos de Triana, tales como la Cuende, la Gómez y Fernando el de Triana. Carecen de autenticidad. Las soleares de Ramón el Ollero se difundieron por Sevilla y Córdoba a causa de su estilo fácil y muelle. Fue probablemente el picaor “Mediaoreja” quien las trasplantó a Córdoba a principios de siglo.

Fuente

• Antonio Mairena, Ricardo Molina. (Mundo y formas del cante flamenco. Ed. Diputación de Córdoba 2004)