Adolfo Hitler

Adolf Hitler, Braunau-am-Inn, Austria, 20 de abril de 1889 - Berlín, 30 de abril de 1945. Dictador alemán

Biografía

Dictador alemán de origen austriaco, responsable directo de la guerra más sangrienta y desvastadora conocida hasta entonces, con la muerte de millones de personas en crematorios y posiblemente el personaje más importante del siglo XX.

Nace en la fronteriza ciudad de Braunau-am-Inn. Hijo de un aduanero austriaco llamado Alois Hitler, el cual había sido hijo de madre soltera (María Anna Schikelgruber) y que tomó el apellido de un pariente para aparentar mejor linaje. Muchos historiadores opinan que el odio extremo de Adolf Hitler hacia los judios se debe a la posibilidad de que el padre biológico de Alois (y por tanto su abuelo) fuera de origen judío.

En 1903 muere su padre, con el que al parecer no mantenía buenas relaciones, estando más unido afectivamente a su madre, Klara Pölz.

En 1905 abandonó la escuela secundaria de Linz para ir a Viena, e ingresar en la Academia de Bellas Artes con el fin de convertirse en pintor. Es rechazado en el examen de ingreso. A pesar de su fracaso, decide quedarse en Viena, viviendo con graves dificultades económicas, con el fin de seguir pintando y presentarse a un segundo examen de ingreso, que no llegó a realizar nunca. En aquella época, en Viena existía un importante ambiente antisemita.

Quedó muy afectado por la muerte de su madre a causa del cáncer en 1907.

Se trasladó a Múnich en 1913, para eludir el servicio militar en su país y atraído por la prosperidad y fortaleza que mostraba Alemania, en contraste con la decadente y débil Austria. Con el inicio de la Primera Guerra Mundial, decide alistarse voluntario en el ejército alemán.

En el frente fue asignado al servicio de mensajeros, desempeñando esta función con gran eficacia, siendo pronto ascendido a cabo de primera clase. Es herido en varias ocasiones, llegando a quedar transitoriamente ciego debido a la acción de los gases tóxicos usados en el frente. Recibe la Cruz de Hierro de primera clase, por su valor en combate en el frente occidental. Vivió la humillante derrota de su admirada Alemania en 1918.

Francia invade las cuencas del Ruhr y Sarre, para garantizar la deuda generada por Alemania tras la guerra.

Hitler se afilia al Partido Obrero Alemán (DAP), de ultraderecha, de ideas antisemitas y anticomunistas. Va acaparando apoyos en los sectores conservadores, aprovechándose de la situación de recesión favorecida por la posguerra, culpando a judíos, a los comunistas y a los países que habían vencido a Alemania, imponiendo sus asfixiantes condiciones.

En 1920 funda el Partido Obrero Nacional–Socialista (NSDAP), también llamado Partido Nazi. Ese mismo año, prepara un fallido golpe de estado, por lo que es condenado a 5 años de prisión. Durante su estancia en prisión, en un régimen carcelario bastante blando, escribió su manifiesto político: Mein Kampf (Mi lucha), en la que claramente mostraba a Alemania y al mundo cuál iba a ser su política futura. Fue puesto en libertad en diciembre de 1924.

La crisis de 1929, el paro y el desencanto continuado del pueblo alemán favorecen un incremento de sus seguidores. Es derrotado por Von Hindenburg en las elecciones presidenciales de marzo de 1932.

Es nombrado canciller alemán el 30 de enero 1933. Disuelve el parlamento y convoca elecciones, liderando el partido nacional–socialista. Una semana antes de las votaciones se produce un incendio en el edificio del Reichstag. Acusa a la oposición comunista y socialdemócrata del incendio y promulga leyes de excepción, eliminando y persiguiendo a muchos adversarios políticos. Durante los Juicios de Núremberg se acusó a la jerarquía del partido nazi de haber provocado el incendio.

Consigue escasa mayoría en las elecciones de mayo, pero se afianza en el poder, detentando los cargos de canciller y presidente de la república a la muerte de Hindenburg (agosto de 1934). Establece el nacional–socialismo como único partido. Elimina a los oponentes de su propio partido durante la llamada Noche de los cuchillos largos.

Muestra sus éxitos contra el paro y en política exterior (reincorporación del Sarre y remilitarización de la Renania), lo que le vale el apoyo popular. Consigue la anexión de Austria y de los Sudetes (1 de octubre de 1938), y comienza la persecución de los judíos, promulgando leyes en contra de ellos.

El 1 de septiembre de 1939, con la invasión de Polonia, inicia la Segunda Guerra Mundial.

Fue objeto de varios atentados contra su vida.

Se suicidó en su bunker en Berlín, rodeado de sus incondicionales, el 30 de abril de 1945.

El material recogido en este artículo procede de una entrada de la Enciclopedia Libre Universal, bajo la licencia GFDL.