Alfonso de Cossío y Corral

Alfonso de Cossío y Corral. Este profesor y abogado vallisoletano nacido el 13 de octubre de 1911, puede ser considerado con toda justicia andaluz de adopción y elección, pues como él mismo reconoció en alguna ocasión en la Universidad hispalense, a cuya cátedra de Derecho Civil accedió en 1940, dedicó los mejores años de su vida, y en Sevilla desarrolló lo más importante de su múltiple trabajo profesional.

Forjado en una familia de intelectuales educados en el fecundo ambiente de la Institución Libre de Enseñanza, completó sus estudios juveniles en las universidades de Berlín y Munich, y desempeñó su primera cátedra de Derecho Civil en la Universidad de La Laguna.

Trabajador infatigable, aunque no demasiado ordenado, y hombre de gran cultura, desarrolló temas ajenos al Derecho como Genio y figura de D. Francisco de Quevedo y Espacio y tiempo en la novela de Cervantes.

Pero la mayoría de sus trabajos publicados son de temas jurídicos, siendo incontables los artículos monográficos, muchas veces dedicados a temas de arrendamientos urbanos o del régimen económico matrimonial. Son importantes sus libros: El dolo en el Derecho Civil; Instituciones de Derecho Hipotecario; La sociedad legal de gananciales; Tratado práctico de arrendamientos urbanos; Instituciones de Derecho Civil (2 volúmenes); así como la puesta al día y revisión de las Instituciones de Derecho Civil de D. Felipe Clemento de Diego.

El espectro de su trabajo profesional como abogado fue muy amplio, abarcando asuntos de fría dificultad técnica junto a otros de tanta temperatura como el tristemente célebre “Proceso 1001”. Desempeñó puestos en la comisión general de Codificación y en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas y cargos muy destacados en la abogacía en los niveles, local, nacional e internacional.. Así, fue decano del ilustre Colegio de Sevilla en 1967 y en 1975, presidente de la sección novena del IV Congreso Nacional de la Abogacía Española (León, 1970), centrada en torno a la abolición de la pena de muerte, y representante de España en la Unión Internacional de Abogados (U.I.A.).

Para resumir la personalidad de Alfonso de Cossío se ha recurrido acertadamente alguna vez, al viejo paradigma azañista de ser un auténtico hombre de su tiempo. Falleció en Madrid el 9 de noviembre de 1978.

El contenido de esta biografía incorpora material del libro Los andaluces del siglo XX de la colección Arca del Ateneo, escrita por Rafael Mir Jordano.