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== Reseña ==
 
== Reseña ==
Director de un registro temático bastante amplio -y una carrera bastante más extensa- que el de su compatriota Laurent Cantet, auténtico “enfant terrible” del cine social francés de los últimos años, [[Bertrand Tavenier]] abordaba, con Hoy empieza todo, una incursión honesta y entrañable por los vericuetos del cine más comprometido, un cine que, sin adquirir un tono de denuncia expresa, refleja con cercanía y comprensión una realidad que todos podemos tener -basta la voluntad- al alcance de nuestra mirada.
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Director de un registro temático bastante amplio -y una carrera bastante más extensa- que el de su compatriota Laurent Cantet, auténtico “enfant terrible” del cine social francés de los últimos años, [[Bertrand Tavernier]] abordaba, con Hoy empieza todo, una incursión honesta y entrañable por los vericuetos del cine más comprometido, un cine que, sin adquirir un tono de denuncia expresa, refleja con cercanía y comprensión una realidad que todos podemos tener -basta la voluntad- al alcance de nuestra mirada.
  
 
Hoy empieza todo es el retrato de la peripecia personal, familiar y laboral de Daniel Lefèbvre, director de una escuela infantil de una pequeña ciudad francesa de provincias, encuadrada en una comarca económicamente deprimida debido al declive del que, hasta fecha reciente, había sido su monocultivo económico (la minería), con la problemática que ello comporta y acarrea, y su lucha constante (y no siempre exitosa) por superar todos los contratiempos y dificultades (y a fe que no son pocos) que aparecen en su camino (más bien, viacrucis). No son, en su gran  mayoría y salvo una excepción dolorosamente puntual, problemas de gran calado, ni de trascendencia existencialista, sino que se trata de todos esos pequeños obstáculos cotidianos que hacen que la vida se parezca a algo muy poco parecido a un camino de rosas: además de los que surgen, abundante y constantemente, en su entorno profesional, tiene que afrontar una relación complicada con el hijo adolescente de su pareja sentimental y un trato con sus ancianos padres muy lastrado por viejos episodios traumáticos de su infancia.
 
Hoy empieza todo es el retrato de la peripecia personal, familiar y laboral de Daniel Lefèbvre, director de una escuela infantil de una pequeña ciudad francesa de provincias, encuadrada en una comarca económicamente deprimida debido al declive del que, hasta fecha reciente, había sido su monocultivo económico (la minería), con la problemática que ello comporta y acarrea, y su lucha constante (y no siempre exitosa) por superar todos los contratiempos y dificultades (y a fe que no son pocos) que aparecen en su camino (más bien, viacrucis). No son, en su gran  mayoría y salvo una excepción dolorosamente puntual, problemas de gran calado, ni de trascendencia existencialista, sino que se trata de todos esos pequeños obstáculos cotidianos que hacen que la vida se parezca a algo muy poco parecido a un camino de rosas: además de los que surgen, abundante y constantemente, en su entorno profesional, tiene que afrontar una relación complicada con el hijo adolescente de su pareja sentimental y un trato con sus ancianos padres muy lastrado por viejos episodios traumáticos de su infancia.

Revisión del 17:57 29 ene 2011

Ça commence aujourd'hui
Título Todo comienza hoy (Argentina)
Hoy empieza todo (España))
Cine Social - 2005
Cine Social - 2005

Ficha técnica
Dirección Bertrand Tavernier

Producción Frédéric Bourboulon
Alain Sarde

Guión Dominique Sampiero
Bertrand Tavernier
Tiffany Tavernier

Música Louis Sclavis

Fotografía Alain Choquart

Montaje Sophíe Brunhet

Reparto Philippe Torreton
Maria Pitarresi
Nadia Kaci
Nathalie Bécue

Datos y cifras
País(es) Francia
Género Drama
Duración 117 minutos

Compañías
Productora Canal+

Reseña

Director de un registro temático bastante amplio -y una carrera bastante más extensa- que el de su compatriota Laurent Cantet, auténtico “enfant terrible” del cine social francés de los últimos años, Bertrand Tavernier abordaba, con Hoy empieza todo, una incursión honesta y entrañable por los vericuetos del cine más comprometido, un cine que, sin adquirir un tono de denuncia expresa, refleja con cercanía y comprensión una realidad que todos podemos tener -basta la voluntad- al alcance de nuestra mirada.

Hoy empieza todo es el retrato de la peripecia personal, familiar y laboral de Daniel Lefèbvre, director de una escuela infantil de una pequeña ciudad francesa de provincias, encuadrada en una comarca económicamente deprimida debido al declive del que, hasta fecha reciente, había sido su monocultivo económico (la minería), con la problemática que ello comporta y acarrea, y su lucha constante (y no siempre exitosa) por superar todos los contratiempos y dificultades (y a fe que no son pocos) que aparecen en su camino (más bien, viacrucis). No son, en su gran mayoría y salvo una excepción dolorosamente puntual, problemas de gran calado, ni de trascendencia existencialista, sino que se trata de todos esos pequeños obstáculos cotidianos que hacen que la vida se parezca a algo muy poco parecido a un camino de rosas: además de los que surgen, abundante y constantemente, en su entorno profesional, tiene que afrontar una relación complicada con el hijo adolescente de su pareja sentimental y un trato con sus ancianos padres muy lastrado por viejos episodios traumáticos de su infancia.

Lefèbvre lo aborda todo (que no es poco) con la convicción y el talante que emanan de su carácter y condición: una mezcla de ingenua determinación y rebeldía tranquila, que hacen de él una figura excepcional. Hombre siempre atento a todo cuanto le rodea, trabajador incansable, siempre con una sonrisa y una palmada en la espalda que ofrecer a los que están a su lado, ni siquiera en los momentos más duros pierde su templanza y su actitud calma y reposada, desde la cual no tiene empacho alguna en reivindicar aquello que, desde su perspectiva de lo que es la justicia, considera irrenunciable, ni en asimilar, con un sano escepticismo, que todos los puntos de vista son comprensibles y respetables.

De que un personaje de ese cariz, una suerte de antihéroe ternurista, no se convierta en una caricatura azucarada por un exceso de sensiblería, se encarga la soberbia interpretación de Philippe Torreton: si hay un caso paradigmático en el que la expresión "dar vida", referida a la interpretación actoral, cobra un sentido mucho más cercano a lo real que a lo metafórico, podría ser, perfectamente, éste. En cualquier caso, el trabajo de Torreton, más allá de su inconmensurable valor, por el tremendo peso que su personaje tiene en la historia, no ha de restar valor al del resto del elenco, un cuadro de secundarios que dota a todos sus roles de una dimensión verista y humana altamente estimable.

Hoy empieza todo es una de esas películas que dignifican la existencia del arte cinematográfico, desde el punto y hora en que hacen que éste trascienda su condición de puro divertimento, y lo llevan más allá, incluso, de su dimensión estrictamente artística, para convertirlo en una experiencia situada en las fronteras del alma humana: ahí es donde nos sitúa, en el borde de ese abismo desde el que no siempre queremos ver aquello que resulta más evidente, porque forma parte de nuestra misma esencia. Eso sí, con ternura exquisita, con un cariño inmenso. Una delicia.


Película reproducida en el Ciclo de Cine Social del año 2005.

Reseña elaborada por el socio de la Sección de Cine del Ateneo de Córdoba .