Ateneo de Córdoba. Calle Rodríguez Sánchez, número 7 (Hermandades del Trabajo).
PRÓXIMOS ACTOS DEL ATENEO DE CÓRDOBA
Nueva Junta Junta Directiva del Ateneo de Córdoba
Marzo , 1a.quincena. Conferencia de JUAN ORTIZ VILLALBA. " LA MASONERÍA EN CÓRDOBA ". (Presenta José Luis García Clavero).
Jueves 11 de abril. Conferencia de DESIDERIO VAQUERIZO." LOS ORIGENES DE CÓRDOBA". (Presenta J.L.G.C).
Finales de abril, primera semana de mayo. Proyección del documental "MONTE HORQUERA" de FERNANDO PENCO, galardonado en diversos Festivales internacionales (Italia, India, Holanda etc,)
Lunes 11 de Mayo. Conferencia de MANUEL VACAS." LA GUERRA CIVIL EN EL NORTE DE LA PROVINCIA DE CÓRDOBA.LAS BATALLAS DE POZOBLANCO Y PEÑARROYA- VALSEQUILLO". (Presenta Antonio BARRAGÁN).Todos los actos en la Sede del Ateneo.
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XI Premio de Relato Rafael Mir.
XXXIX Premio de Poesía Juan Bernier.
IX Premio Agustín Gómez de Flamenco Ateneo de Córdoba.
Fallo de las Fiambreras de Plata 2023, relación de homenajeados aquí.
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Otto Weininger
Otto Weininger, (Viena, 3 de abril de 1880 – 4 de octubre de 1903). Fue un filósofo austríaco. En 1903, publica el libro Geschlecht und Charakter (Sexo y Carácter) con el que gana popularidad después de su suicidio a los 23 años. Hoy, el libro es visto como misógino y antisemita por algunos académicos, pero, continúa siendo un gran trabajo de gran valor espiritual, considerado así por el notable filósofo Ludwig Wittgenstein.
Biografía
Otto Weininger nació en Viena, hijo de padres judíos, el orfebre Leopold Weininger y su esposa Adelheid. Alegre y entusiasta en la niñez, bien pronto se suscitó en él un violento afán de saber. Leyó en abundancia historia, filosofía, literatura. Su primera inclinación lo llevó hacia los estudios filológicos; parece que llegó a dominar el griego, latín, francés e inglés desde temprana edad, más tarde también español, noruego e italiano. En la Universidad se le despertó el interés por las ciencias naturales y la matemática, que cultivó juntamente con la física y la filosofía.
Filósofo precoz y suicida, Weininger ha sido y seguirá siendo motivo de interés para quienes unen al gusto por la filosofía la apasionada curiosidad por el hombre y por el drama de su existencia.
Su obra
Producto principal de su extraordinaria mente de pensador, y al mismo tiempo algo así como doloroso testimonio o documento de su propia vida, este libro constituye uno de los más extraños «casos» de la filosofía contemporánea.
Difícilmente podrá separarse los dos incentivos, el que deriva de la doctrina riquísima y profunda, y el que proviene de su vida conturbada y voluntariamente rota en plena juventud, si se tiene presente que todos estos pensamientos se concibieron alrededor de los veinte años, y que el filósofo cayó, acaso víctima de su propio libro, como en algún lugar del mismo sugiere.
Descarnado, nervioso, su naturaleza era muy resistente y aún se creía por encima de cualquier flaqueza física. El enorme esfuerzo mental y la índole de sus meditaciones influyeron después sin duda en su carácter. Uno de sus amigos ha transmitido rasgos suyos, y lo describe como un joven que, sin parecer desdichado, aparecía como privado de toda alegría. Agrega que jamás lo poseyó un sentimiento dichoso, ni conoció el apacible abandono puramente natural, y él advertía perfectamente tal incapacidad suya para la ventura. Con frecuencia sorprendióme cómo le atormentaban sin tregua sus propias teorías… Había experimentado en alto grado la necesidad de amar irreflexivamente, pero tenía demasiada lealtad hacia sí mismo para no perseguir en su alma, con análisis despiadado, los últimos motivos, descomponer su sentimiento en sus orígenes y juzgarlo éticamente… Weininger no era de los que predican moral y construyen teorías, pero viven ajenos a ellas. Cada principio considerado por él como verdadero, cada postulado establecido, se lo imponía ante todo a sí mismo. Consiguió vivir su filosofía, y cuando se vio impotente para ello se quitó voluntariamente la vida.|E. Lucka, Otto Weininger. Sein Werk uns seine Persoenlichkeit. Braumueller, Wien und Leipzig, 1905).
En 1901, Weininger contaba veinte años y compartía los puntos de vista del empirio-criticismo, manera de positivismo muy en boga por entonces en Alemania y Austria; se reunía con algunos jóvenes preocupados por el problema del conocimiento, para leer y comentar la Crítica de la experiencia pura, de Avenarius. Por esta época tenía ya escrito un trabajo que había de convertirse luego, reelaborado y ampliado, en Sexo y Carácter. Seguidamente ocurrió un cambio fundamental en la actitud filosófica de Weininger. El empirio-criticista, el positivista, se convierte a las tendencias contrarias que empezaban a abrise paso y que habrían de dar su tono al pensamiento del siglo naciente. El cambio se refleja en seguida en su trabajo. La parte biológica de su escrito original, muy extensa, se abrevió entonces. El libro, proyectado como un estudio de biología, psicología y caracterología, se mudó en una indagación esencialmente filosófica, por el desarrollo de una teoría de valor predominantemente kantiana y de ahondamiento en lo metafísico.
Sexo y Carácter aparece en mayo de 1903. Las ediciones se suceden con rapidez asombrosa. La segunda es de noviembre del mismo año, en el siguiente salen cuatro ediciones y en 1923 alcanzan ya a veinticinco, sin contar las traducciones a seis o siete idiomas. Pero el autor no llegó a ver el éxito de su obra; a poco de publicada la primera edición, el 4 de octubre de 1903, puso término a su vida disparándose un tiro. Dejó una serie de fragmentos, recogidos en el volumen póstumo titulado Ueber die letzten Dinge.
Análisis
El motivo central del libro, el tema de la investigación, es la caracterología de los sexos y su prolongación hasta agotar -desde el punto de vista del autor- el problema en todos sus aspectos filosóficos. Cualquier disconformidad con la postura general de Weininger debe ser respetuosa de su franqueza y sinceridad, de la resuelta energía con que lleva adelante la averiguación. Se puede rechazar de plano las ideas centrales del libro; no es posible negar que la conciencia de la humanidad viene trabajada desde sus comienzos por un oscuro problema, uno de cuyos planteos más vastos y atrevidos se encuentra en Weininger. Y la extrema juventud del autor no es ajena a la índole de su obra; antes bien, se ha de ver en ella quizás la trasposición metafísica de las angustias y terrores de un adolescente genial, la resolución en sistema y teoría de una crisis juvenil en sobremanera intensa y dolorosa. La última palabra del autor es realmente trágica. Así como, según Schopenhauer, la existencia es el mal y debe ser negada y suprimida desde sus mismas raíces, así para Weininger la feminidad. Desde este punto de vista, la filosofía reciente cuenta con un libro que viene a ser antítesis de Sexo y Carácter, el de Ernst Bergmann, titulado Erkenntnisgeist und Muttergeist (1932), libro también producto de crisis, pero no de crisis individual sino histórica, donde se acusa a la cultura de Occidente de una fatal desviación originada por el predominio del principio masculino, y se predica el retorno al sentido de lo materno: «Zurueck zum Muttergeist!»
El valor de Sexo y Carácter se mantiene independientemente del que se asigne a la extremosa metafísica del sexo contenida en él. El libro es extraordinariamente rico en materiales sobre caracterología general, psicología, lógica y ética. Hay en él, en esbozo, una interesante teoría del valor, y abunda en ideas sobre una de las cuestiones que más preocupan a la filosofía presente: la de las personas, asunto en el cual Weininger abre profundos surcos, hasta el punto que se puede decir de él que es uno de los más agudos filósofos de la personalidad. El intenso trabajo consagrado por Weininger a la elaboración de su libro se documenta en las profusas anotaciones que acompañan a las ediciones alemanas, más de ciento treinta páginas.