Diferencia entre revisiones de «Manuel García Morente»

Revisión del 21:12 5 jun 2008

Manuel García Morente nace en Arjonilla (Jaén) el 22 de abril de 1888. Estudia bachillerato en Bayona y hace en París sus estudios de Filosofía donde tiene por maestros a Bergson y a Boutroux, dos grandes representantes de la filosofía espiritualista francesa. También asiste en Malburgo (Alemania) a clases de los neokantianos Natorp, Cohen y Cassirer. Defiende su tesis doctoral en filosofía sobre la estética de Kant en 1911 y al año siguiente consigue la cátedra de Ética en la Universidad de Madrid. Sus ideas lo acercan a la Institución Libre de Enseñanza, y está dentro del círculo de los filósofos pertenecientes a la llamada "Escuela de Madrid" a la que también pertenecen María Zambrano, Xavier Zubiri, José Gaos, Julián Marías y otros filósofos, influidos en mayor o menor grado por José Ortega y Gasset. En 1932 es admitido en la Academia de Ciencias Morales y Políticas. Durante el tiempo de la República ejerció de forma ejemplar el decanato de la Facultad de Filosofía y Letras. Al comenzar la Guerra Civil marcha a París y después a Argentina en cuya Universidad de Tucumán imparte clases de Filosofía.

Una profunda crisis en su vida, descrita por él mismo de forma magistral, le lleva a convertirse al catolicismo y a ordenarse sacerdote en 1937.

Es un profundo conocedor de la filosofía de Kant, expuesta por él con una precisión y claridad no superadas en la historia del pensamiento español contemporáneo. Su exposición primera de esa filosofía es de 1917, La filosofía de Kant, cuya última edición es de 1982 y que es incorporada a otras obras exclusivamente suyas o escritas en colaboración con el filósofo Juan Zaragüeta. También debemos a su pluma una obra sobre Bergson (La filosofía de Bergson de 1917; nueva edición, aumentada, editada póstumamente en 1972).

Juntamente con estas influencias que le hacen especialmente permeable a la espiritualidad y a los valores morales, también se ocupó, lo mismo que los otros pensadores afines, de temas españoles. A esta tendencia responde su Idea de la Hispanidad de 1941 y su otra obra Ideas para una filosofía de la Historia de España, también póstuma, en 1957.

Al haber estudiado muchos años en Francia conocía perfectamente el idioma y a su trabajo en esta línea debemos un diccionario español-francés-español, y excelentes traducciones del alemán, que también dominaba, de obras de Kant, Husserl, Leibniz, Spengler, etcétera. Murió en Madrid el 7 de diciembre de 1942.