Ateneo de Córdoba. Calle Rodríguez Sánchez, número 7 (Hermandades del Trabajo).

PRÓXIMOS ACTOS DEL ATENEO DE CÓRDOBA

Nueva Junta Junta Directiva del Ateneo de Córdoba

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Jueves 11 de abril. Conferencia de DESIDERIO VAQUERIZO." LOS ORIGENES DE CÓRDOBA". (Presenta J.L.G.C).
Finales de abril, primera semana de mayo. Proyección del documental "MONTE HORQUERA" de FERNANDO PENCO, galardonado en diversos Festivales internacionales (Italia, India, Holanda etc,)
Lunes 11 de Mayo. Conferencia de MANUEL VACAS." LA GUERRA CIVIL EN EL NORTE DE LA PROVINCIA DE CÓRDOBA.LAS BATALLAS DE POZOBLANCO Y PEÑARROYA- VALSEQUILLO". (Presenta Antonio BARRAGÁN).Todos los actos en la Sede del Ateneo.

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XI Premio de Relato Rafael Mir.
XXXIX Premio de Poesía Juan Bernier.
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Conceptos anarquistas

De Ateneo de Córdoba
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Existen una serie de conceptos centrales a las teorías anarquistas. Algunos son principios fundamentales para el entendimiento del anarquismo en general, propios del anarquismo en todas sus escuelas o conceptos; otros conceptos en cambio varían de importancia según las corrientes anarquistas tiendan al individualismo o al colectivismo. Estos principios comunes en su mayoría se desprenden de su inherente rechazo a la autoridad coercitiva. No todas las tendencias y corrientes anarquistas avalan de igual modo los mismos principios pero, en líneas generales, podríamos enunciar los siguientes conceptos:

Anarquía

Artículo principal: Anarquía

Desde el punto de vista del anarquismo, la anarquía es aquella forma de gobierno consistente en la organización y el pacto voluntario[1] –sin coacción-[2] entre individuos soberanos,[3] y en el rechazo a toda organización y pacto obligatorio, como por ejemplo, cualquier estado.[4]

Autonomía individual

Este concepto ético y político se basa en la creencia de que el individuo es soberano de sí mismo y, por tanto, el único capacitado para tomar las decisiones que a él conciernen. De este modo las relaciones sociales deben desarrollarse por pactos voluntarios entre individuos libres, no dejando en manos de terceros el control de las riendas de su propia vida y dotando a la persona del derecho moral de autogobernarse y de la responsabilidad sobre sí misma. Por lo expuesto, este principio entra en contradicción con la jerarquía, la autoridad y cualquier concepto de soberanía que implique la sumisión individual a reglas que no hayan sido voluntariamente aceptadas.[5]

Según el principio de la soberanía individual sólo el individuo tienen el derecho natural o moral -las apreciaciones varían- sobre su vida, libertad y propiedad legítima,[6] sin embargo existen diferencias de opinión sobre el origen y alcance de estos factores según autores de diferentes tendencias o filosofías anarquistas.

Acción directa

Artículo principal: Acción directa

Es el concepto en base al cual la resolución de conflictos debe ser abordada por los implicados sin delegación ni mediación alguna. Se fundamenta en que los individuos deben implicarse ellos mismos en la consecución de los fines que persiguen sin recurrir a terceros, puesto que de lo contrario la autonomía individual se diluye y el resultado no será el más adecuado a las necesidades exclusivas de los afectados. Se trata de la autoorganización de los implicados en la consecución de un fin concreto.[7] Generalmente se suele asociar el término "acción directa" a acciones violentas, no obstante la acción directa es simplemente la resolución de un conflicto por parte de los implicados sin intermediarios, lo que no implica necesariamente acciones violentas. Se espera que la acción directa sea también propaganda por el hecho, o acción o experiencia que muestre la posibilidad de rebelarse o de formas sociales no autoritarias en forma ejemplificadora tangible, a otros.[8]

Antiautoritarismo

El anarquismo rechaza el principio de autoridad, al que opone la autonomía o soberanía individual y el libre pacto. Cualquier autoridad, sea impuesta o voluntariamente aceptada, es rechazada por los anarquistas.[9] Por norma general se pretenden sustituir las relaciones autoritarias por relaciones de consenso, siendo la asamblea el método organizativo más común para la toma de decisiones en el espectro ácrata.

Asociación voluntaria

Este es un principio central al anarquismo. Los anarquistas se oponen a conceptos como el Estado o otras instituciones que consideran coactivas pues no se basan en este principio. En su lugar, las asociaciones o uniones basadas en el pacto libre, siguiendo el principio de la asociación voluntaria. La formulación de este principio trae como consecuencia el siguiente.

Apoyo mutuo

Este principio enunciado en un primer momento por Kropotkin, afirma que la cooperación es beneficiosa para los individuos que cooperan entre sí, así como un factor evolutivo de suma importancia en el desarrollo de los seres vivos y, en el plano humano, un motor indispensable en el desarrollo de las sociedades.[10] Surge como oposición al concepto de la competencia (tanto en lo biológico como en lo social) como principio único o primordial de la existencia, tan en boga tras la publicación de las tesis de Darwin y del darwinismo social, que dieron como resultado la concepción de que el capitalismo es la adaptación económica del orden natural de las cosas. En contra de ello, el apoyo mutuo afirma que la asociación cooperativa es el mejor sistema de relaciones sociales, el más justo y el que más beneficioso puede resultar a la larga para las partes que lo integran.[11]

Autogobierno

El autogobierno es la autonomía de una jurisdicción que se rige a sí misma, en que ningún poder externo tiene autoridad sobre esta. Cuando el término se refiere al proyecto político del anarquismo se refiere al orden legal voluntario, de una sociedad sin Estado, basado en la soberanía individual.

Pedagogía libertaria

La enseñanza es un pilar fundamental de la lucha antiautoritaria. El movimiento anarquista usa la educación para tratar de construir al individuo librepensador, consciente y crítico que sea capaz de construir la futura sociedad anarquista.[12] Para ello se utilizan multitud de recursos tales como ateneos libertarios, publicaciones periódicas, edición y difusión de texto, y creación de alternativas educativas a las establecidas. En este sentido, se puede citar como ejemplo la escuela moderna.[13] Por otro lado se considera que la educación es intrínseca a toda relación humana, por tanto la frontera entre educado y educador se diluye hasta el punto de que independientemente de la edad que se tenga toda persona tiene algo que ofrecer y algo que aprender. También algunos autores defienden la no escolarización como forma de aprendizaje debido a que consideran que la escuela perpetúa unos roles de poder y por tanto de jerarquías entre el profesor y el alumno.[14]

Violencia y no violencia

Los anarquistas entienden que el Estado, o cualquier otra institución que ostenta poder, engendra violencia, al ser la minoría de aquellos que ostentan el poder quienes coartan la libertad de los demás individuos para continuar manteniendo sus previlegios en detrimento de la mayoría. La diferencia de criterios surge a la hora de confrontar dicha violencia impuesta por el Estado.[15] Hay anarquistas que creen en el uso de la violencia como medio para alcanzar sus fines,[16] y otros que se encuentran vinculados a movimientos pacifistas. El anarquismo alcanzó publicidad masiva por vez primera durante la segunda revolución industrial, cuando anarquistas asesinaron a los líderes rusos (1881); en la República Francesa (1894); en Italia (1900) y en los Estados Unidos (1901). Ejemplos de algunos grupos anarquistas violentos son, los inspirados en el nihilismo (que no es un sinónimo de terrorismo aunque varios de ellos hayan optado por esta vía), el insurreccionalismo italiano, las células anarquistas individualistas que a finales del siglo XIX y principios del siglo XX atacaron a reyes en Europa. Algunas de las tendencias y actitudes anarquistas marcadamente no violentas son el cristianismo libertario y el anarcopacifismo.[17] Estos movimientos tienen una fuerte convicción de que el uso de la violencia supone repetir patrones de poder y autoridad lo cual les lleva a rechazar cualquier acto de violencia y abogan por otros métodos de lucha tales como la desobediencia civil y el antimilitarismo. Sin embargo, hay corrientes como el anarcosindicalismo en las que ambas posturas han convivido. En la Guerra Civil Española y en la Revolución Makhnovista en Ucrania, el anarquismo también utilizó la violencia.[18]

Autogestión

Es la gestión cooperativa de una asociación, en la que participan todos sus integrantes de forma libre e igualitaria y con independencia de factores externos a la misma. La autogestión tiene dos objetivos principales: promover la participación en una actividad de los implicados de la misma, sin delegar en otras personas y sin relaciones de autoridad entre los participantes; y también alejarse de las ayudas que pudieran dar o recibir sectores enemigos a la asociación autogestionada, siendo así independientes de cualquier factor político o económico externo. Esto último es el motivo principal que empuja a muchas organizaciones anarquistas de todo tipo (sindicatos,[19] escuelas,[20] librerías[21] e incluso grupos de música[22] ) a llevar a la práctica la autogestión organizándose de tal modo que sean totalmente independientes de cualquier organización política o económica.[23]

Federalismo

Como alternativa a las formas políticas centralistas y oligárquicas del estado-nación moderno así como desde una postura antiimperialista, en el anarquismo se proponen como alternativa política al orden existente la asociación voluntaria de localidades. Estas pueden desear si coexisten en apoyo mutuo con otras dentro de un esquema descentralizado y autonómico. Así pues Proudhon propuso al federalismo como forma política de libre asociación de las localidades en un esquema que puede desde abajo hacia arriba constituir en sistemas de federaciones con escalas desde las mas pequeñas locales hasta las continentales e inclusive globales. Así también se propone la estructura en red. Estos conceptos se remiten a instancias de autogobierno local y de alcance mas alto que se han dado históricamente entre comunidades campesinas autónomas hasta instancias de consejismo revolucionario como la Comuna de París, los soviets en la revolución rusa o la revolución española de 1936. Así también como alternativa a la representación en los partidos políticos y los políticos profesionales, se propone a la asamblea como forma política de democracia directa.[24]

Desobediencia civil

Para debilitar la autoridad del Estado, los anarquistas proponen ignorar sistemáticamente las leyes que los diferentes gobiernos imponen, guiándose tan solo por la estricta ética personal o colectiva. A largo plazo, esto habría de suponer la inviabilidad del aparato represivo del Estado y su disolución.[25]

La desobediencia civil implica acciones no violentas y coordinadas por el máximo número de personas posible, con el objeto de que el Estado se vea desbordado a la hora de reprimir a las masas. Esta forma de lucha también es propulsada por otros movimientos, de carácter pacifista, a fin de conseguir determinados derechos individuales o colectivos.

Humanismo

En el anarquismo la ética social suele ser una humanista.[26] [27] Esta consiste en preferir a la convivencia humana inmanente en sí como productora e impartidora de la ética y la justicia en vez de principios metafísicos y/o religiosos, jerarquías hereditarias incontestables, textos "sagrados" y tradiciones; y supersticiones sin sustento.[28] Por otra parte, se suele rechazar la moralización del comportamiento individual como injerencia en cosas que solo afectan al individuo mismo (preferencias sexuales, uso o no de drogas, formas de vestirse, etc) y en conexión a esto se opta por el amor libre. Debido a esto se enfatiza en el principio de la capacidad racional de las personas ejercida en su convivencia como siendo posibilidad del ejercicio de la libertad real o autodeterminación.[28] También se enfatiza el ejercicio libre de la subjetividad.

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