Ateneo de Córdoba. Calle Rodríguez Sánchez, número 7 (Hermandades del Trabajo).
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Enrique II de Castilla
Enrique II de Castilla (Sevilla, 13 de enero de 1334 - † Santo Domingo de la Calzada, 29 de mayo de 1379), rey de Castilla y de León de la dinastía Trastámara, llamado el Fratricida o el de las Mercedes.
Contenido
Vida
Fue el cuarto de los diez hijos extramatrimoniales de Alfonso XI el Justiciero y de doña Leonor de Guzmán (tataranieta de Alfonso IX de León]]). Prohijado en su nacimiento por D. Rodrigo Álvarez de las Asturias IV heredó al año siguiente, a la muerte de éste, su señorío de Noreña. Su padre le concedió más tarde el condado de Trastámara y los señoríos sobre Lemos y Sarria, en Galicia, y las villas de Cabrera y Ribera con lo que le constituyó un grandísimo e importante patrimonio en el noroeste de la Península.
Mientras vivió Alfonso XI, su amante Leonor consiguió títulos y privilegios en número exagerado para sus hijos tenidos con el rey. Ello fue la causa del descontento de numerosos nobles, y sobre todo de la reina legítima, doña María de Portugal, y del infante heredero, Pedro, más conocido como Pedro I el Cruel o el Justiciero. Éstos tuvieron ocasión para la revancha cuando Alfonso XI murió inesperadamente de peste en el asedio de Gibraltar, en marzo de 1350. Ni siquiera habían enterrado al rey y ya muchos seguidores de Leonor y de sus hijos les dieron de lado, y Enrique y sus hermanos huyeron y se desperdigaron, temerosos de las medidas que pudiera tomar su hermanastro, el nuevo rey.
Aunque Leonor y sus hijos llegaron a un acuerdo con Pedro I para integrarse pacíficamente en su corte, la situación siguió siendo inestable. Enrique y sus hermanos Fadrique Alfonso de Castilla, Tello de Castilla y Sancho de Castilla (Conde de Alburquerque) protagonizaron numerosas rebeliones desde el inicio del reinado. Además, para afianzar su posición y conseguir aliados, Enrique contrajo matrimonio con Juana Manuel de Villena y Núñez de Lara, hija de Don Juan Manuel, adelantado mayor de Murcia y Señor de Villena, el noble más poderoso del reinado anterior. En 1351 el monarca (o su consejero Juan Alfonso de Alburquerque, hombre de confianza de María de Portugal), convencido de que la amante de su padre era la instigadora de las sublevaciones, ordenó que Leonor fuera encarcelada y finalmente ejecutada en Talavera.
Después de esto Enrique huyó a Portugal. Perdonado por Pedro I y vuelto a Castilla, se sublevó en Asturias (1352). Se reconcilió con su hermano sólo para rebelarse contra él en una guerra larga e intermitente que terminó con la huida del Conde de Trastámara a Francia, donde entró al servicio de Juan II de Francia.
Poco después Enrique y sus hombres pasaron a militar en las filas de Pedro IV el Ceremonioso de Aragón, en la guerra que éste mantuvo contra Castilla (1358). Durante este conflicto fue vencido y apresado en Nájera (1360), pero fue liberado (con la ayuda de Juan Ramírez de Arellano, entre otros) y se exilió en Francia.
Atacado Aragón de nuevo, Enrique acudió en su ayuda, pero a cambio de que se le apoyara para destronar a su hermano Pedro. El ataque combinado de Enrique y de sus aliados castellanos, aragoneses y franceses (las compañías de mercenarios de Bertrand Du Guesclin consiguieron expulsar a Pedro, que se refugió en Guyena). Enrique fue proclamado rey (1366), pero a cambio tuvo que conceder a sus aliados títulos y riquezas sin medida, como pago por la ayuda recibida. Ello le valió el sobrenombre de el de las Mercedes.
Mientras tanto, Pedro I organizó una invasión de Castilla desde los dominios ingleses al norte de los Pirineos. Eduardo, príncipe de Gales (conocido como el Eduardo de Woodstock), puso a su disposición un gran ejército de caballeros y de arqueros.
Pedro derrotó a Enrique en la Batalla de Nájera el 3 de abril de 1367. Enrique retornó a Francia, protegido por Carlos V de Francia. Desde el castillo de Peyrepertuse reorganizó sus ejércitos, y ayudado por los sublevados de numerosas ciudades castellanas y por los franceses de Bertrand Du Guesclin venció a Pedro en la Batalla de Montiel (14 de marzo de 1369). El Rey Cruel, ya prisionero, fue asesinado a manos de Enrique, que subió definitivamente al trono de Castilla con el nombre de Enrique II.
Reinado
Antes de verse consolidado en su trono y poder transmitírselo a su hijo Juan, Enrique tuvo que derrotar a dos aspirantes: Fernando I de Portugal, biznieto de Sancho el Bravo, y después a Juan de Gante, duque de Lancaster, casado con la infanta Constanza de Castilla (1354 - 1394) (hija de Pedro I). En su conflicto con los ingleses, Enrique fue aliado de Carlos V el Sabio, a cuya disposición puso la flota castellana, pieza fundamental en la conquista gala del puerto de La Rochelle, en cuya primera fase el almirante Ambrosio Bocanegr anuló por completo a la escuadra inglesa.
Enrique recompensó a sus aliados, pero supo también defender los intereses de Castilla. Así, negó al rey de Aragón todas las cesiones territoriales que le había prometido en los tiempos difíciles. En política interior, inició la reconstrucción del reino; protegió a los judíos que él mismo había perseguido en la guerra civil; aceleró la transformación de la administración regia; y convocó numerosas Cortes. También incorporó definitivamente al patrimonio real el Señorío de Vizcaya, tras la muerte de su titular, su hermano Tello. En política exterior, fue favorable a Francia frente a Inglaterra.
A su muerte en 1379, fue llevado a enterrar a la Capilla de Reyes Nuevos de Toledo. Fue sucedido en el trono castellano por su hijo Juan.
Matrimonio y descendencia
Enrique contrajo matrimonio en 1350 con Juana Manuel de Villena y Fernández de Lara de Castilla, Señora de Villena, Escalona y Peñafiel, hija de Juan Manuel de Castilla y Blanca Núñez de Lara, con la cual tuvo los siguientes hijos:
- Juan (1358 - 1390), sucesor de su padre con el nombre de Juan I
- Leonor de Trastámara (1362 - 1415), casada con Carlos III de Navarra
- Juana (1367 - 1374).
Además de estos tres hijos, Enrique de Trastámara tuvo otros catorce hijos con diversas damas de la nobleza, destacando entre ellos Alfonso Enríquez, que recibió de su padre los Condados de Gijón y Noreña, y se rebeló en numerosas ocasiones contra sus hermanastros.
Títulos
Al final de su reinado ostentaba los títulos de Rey de Castilla, Toledo, León, Galicia, Sevilla, Córdoba, Murcia, Jaén, el Algarve y Señor de Molina. [1]
Véase también
Referencias
Notas
1 ↑ Títulos de los reyes europeos
Bibliografía y Fuentes
- López de Ayala, Pedro (1994-1997). [Crónicas de los reyes de Castilla] Crónica del rey don Pedro y del rey don Enrique, su hermano, hijos del rey don Alfonso Onceno (edición crítica y notas de Germán Orduna; estudio preliminar de Germán Orduna Y José Luis Moure). Buenos Aires.
- Valdeón Baruque, Julio (1996). Enrique II. Palencia. Diputación Provincial de Palencia. 84-8173-051-3.
Enlaces externos
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