María del Carmen Delgado Moral

María del Carmen Delgado Moral nació en el Cuarto Departamento de La Carlota, Córdoba. Su vocación por la pintura surgió cuando ya había cumplido los 22 años. Una prima suya le regaló unos tubitos de pintura y Mari Carmen descubrió que lo suyo era pintar, todo en el arte pictórico le resultaba fácil y fascinante a la vez.

Cuando se casó fue a vivir fuera de Córdoba, volviendo unos años más tarde. En aquel tiempo tenía bastante tiempo libre y su marido, sabiendo de su afición, le compró un caballete y el que sería su primer lienzo. Por algún tiempo se sintió realizada creando sus obras sin dejar de estudiar a los grandes autores, sobre todo los del siglo XIX, que son los que más degustan.

Al nacer sus dos hijos, María del Carmen dejó casi por completo su actividad pictórica. “Entonces comprendí por qué había tan pocas mujeres pintoras en el pasado en relación a los hombres, es imposible pintar y cuidar a unos niños pequeños, al menos en mi caso que, como otras muchas, no tenía ayuda”.

Más tarde, cuando los hijos se hicieron mayores, su marido la animó de nuevo a que siguiera pintando e incluso que se apuntara a algún taller de pintura. Así lo hizo, reanudó su obra y durante un año asistió al taller de Paco Gil en Córdoba. Desde entonces no ha dejado de pintar, tocando todas las técnicas, inclinándose más por la pintura al óleo, aunque los retratos y sus cuadros con motivos florales los realiza a pastel.

Sus tendencias artísticas dentro de la pintura son costumbristas, destacando en sus obras el entorno rural basado fundamentalmente en todo lo relacionado con flores, patios andaluces, paisajes de la campiña cordobesa y bodegones.

Ha realizado exposiciones en Galería Estudio 52, la Sala Juan Bernier, Sala de exposiciones Taberna de la Fuenseca, en Córdoba y en la Sala Claudio Rodríguez de San Sebastián de los Reyes (Madrid).

De Maria del Carmen ha dicho el conocido pintor y poeta cordobés Pedro González: “Sus cuadros son para contemplarlos plácida y dilatadamente, en un íntimo rincón donde buscamos encontrarnos con nosotros mismos, pues al asomarnos a sus pinturas, al impregnarnos de su esencia, nos da la sensación de haber vivido en esos paisajes anteriormente”.

El contenido de esta biografía incorpora material del libro Mujeres de Córdoba de la colección Arca del Ateneo, escrita por Rafaela Sánchez Cano.