Matilde Coral

La bailaora Matilde Corrales González, de nombre artístico Matilde Coral, nació en Sevilla el 22 de junio de 1935. Fue su maestra Adelita Domingo; sus primeras actuaciones en la Parrilla del Hotel Madrid de su ciudad natal y forma parte de los “Ases Juveniles”. Estuvo en los espectáculos de Pepe Pinto y Pastora Imperio y, a finales de los años 50, en el tablao madrileño El Duende; después, pasó por otros de Madrid y Sevilla, como El Guajiro. A finales de los años sesenta formó, con su marido Rafael El Negro y Antonio El Farruco, el grupo Los Bolecos, que fue muy celebrado por las rutas andaluzas del flamenco, y con el que obtuvo el premio Nacional de Baile de la Cátedra de Flamencología de Jerez correspondiente a 1970. Anteriormente había obtenido dos premios nacionales en Córdoba, años 1965 y 1968. Ha intervenido en los más importantes acontecimientos, desde 1970 hasta 1992. Terminado el grupo Los Bolecos, con su marido, ambos por separado aunque se juntaran al fin de fiesta, fue muy frecuente en los carteles de Sevilla, de Mairena del Alcor, de Córdoba, de Puente Genil, Montilla y una larga lista de festivales.

Alternó sus actuaciones en los grandes escenarios andaluces con temporadas de invierno en los tablaos sevillanos. Creó en 1976 el espectáculo Arte Flamenco de Matilde Coral, con un elenco en el que figuraban, entre otros, Carmen Montiel, Loli Flores, Amparo Vargas, Carmen Juan, Teresa Luna, María Oliveros, Rafael El Negro, El Mimbre, Chiquetete, Manolo Franco, Manuel Mairena,… con dicho espectáculo anduvo por diversas ciudades andaluzas. Ya desde finales de los años sesenta había dedicado mucha atención a la enseñanza y formado a importantes figuras del baile; pero fue en 1981 cuando fundó su propia academia, continuando de lleno su magisterio.

Puede considerarse creadora de una escuela sevillana de baile por la que han pasado un gran número de destacadas bailaoras. La Tertulia flamenca de Radio Sevilla la proclamó Llave de Oro del Baile.

Su estilo ha sido sencillo y muy alegre; asentado de planta, buena colocación de cabeza, majeza y arrogancia general; eso que la ha hecho ser la viva imagen de la clásica matrona andaluza con asociaciones plásticas a los retratos de antiguas bailaoras. La Coral ha destacado por su sensibilidad flamenca.

El contenido de esta biografía incorpora material del libro Los andaluces del siglo XX de la colección Arca del Ateneo, escrita por Agustín Gómez Pérez.