Ateneo de Córdoba. Calle Rodríguez Sánchez, número 7 (Hermandades del Trabajo).
PRÓXIMOS ACTOS DEL ATENEO DE CÓRDOBA
Nueva Junta Junta Directiva del Ateneo de Córdoba
Marzo , 1a.quincena. Conferencia de JUAN ORTIZ VILLALBA. " LA MASONERÍA EN CÓRDOBA ". (Presenta José Luis García Clavero).
Jueves 11 de abril. Conferencia de DESIDERIO VAQUERIZO." LOS ORIGENES DE CÓRDOBA". (Presenta J.L.G.C).
Finales de abril, primera semana de mayo. Proyección del documental "MONTE HORQUERA" de FERNANDO PENCO, galardonado en diversos Festivales internacionales (Italia, India, Holanda etc,)
Lunes 11 de Mayo. Conferencia de MANUEL VACAS." LA GUERRA CIVIL EN EL NORTE DE LA PROVINCIA DE CÓRDOBA.LAS BATALLAS DE POZOBLANCO Y PEÑARROYA- VALSEQUILLO". (Presenta Antonio BARRAGÁN).Todos los actos en la Sede del Ateneo.
CONVOCADOS LOS PREMIOS DEL ATENEO DE CÓRDOBA
XI Premio de Relato Rafael Mir.
XXXIX Premio de Poesía Juan Bernier.
IX Premio Agustín Gómez de Flamenco Ateneo de Córdoba.
Fallo de las Fiambreras de Plata 2023, relación de homenajeados aquí.
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Siete mesas de billar francés
Siete mesas (de billar francés). España (2007, 113 minutos)
- Dirección: Gracia Querejeta.
- Género: Drama.
- Interpretación: Maribel Verdú (Ángela), Blanca Portillo (Charo), Jesús Castejón (Antonio), Víctor Valdivia (Guille), Enrique Villén (Tuerto), Raúl Arévalo (Fele), Ramón Barea (Jacinto), Lorena Vindel (Evelin), José Luis García Pérez (Fran), Amparo Baró (Emilia).
- Guión: David Planell y Gracia Querejeta.
- Producción ejecutiva: Elías Querejeta, Tedy Villalba y Gracia Querejeta.
- Música: Pascal Gaigne.
- Fotografía: Ángel Iguácel.
- Montaje: Nacho Ruiz Capillas.
- Dirección artística: Llorenç Miquel.
- Vestuario: Maiki Marín.
Siete mesas de billar francés, el último film de Gracia Querejeta. se incardina plenamente en el territorio de ese cine profundamente humano, que buscar hurgar en los sentimientos más esenciales a través de historias cuyo impacto no radica en su carácter espectacular ni estrambótico, sino en su capacidad de golpeo, en su profunda inmersion en aquellas situaciones y episodios que, no por poco usuales o lejanos a nuestra vivencia personal, nos son menos reconocibles. Y en este caso, les puedo asegurar que hurga a conciencia, sin miedo y con una intensidad que, por momentos, llega a resultar sobrecogedora. Impresionante, en suma.
La historia que Gracia Querejeta nos ofrece, vuelve a recurrir a elementos ya profusamente utilizados a lo largo de su filmografía anterior: la presencia de la familia como elemento que, paradójicamente, es capaz de aunar, en sí misma, componentes tanto de unión como de disgregación, y el peso de un elemento ausente que, por un despliegue de personalidad abrumador, es capaz de condicionar e influir en la trayectoria vital de todos los personajes tanto dentro como fuera de la trama, dando entrada a los leit motivs y sentimientos que mayor juego dramático suelen dar en historias de este corte (la mentira, la ocultación; los sueños, las frustraciones; la responsabilidad, la cobardía; la culpa, la redención). En ese sentido, el ejercicio de construcción narrativa es complejo, y propicio para derivas que hubieran podido enturbiar la coherencia de la narración, pero sus resultados, con la única excepción de algún punto que no termina de quedar suficientemente bien explicitado, se pueden considerar altamente satisfactorios.
En todo caso, de la solvencia y credibilidad que desprende la historia no cabe hacer responsable únicamente a la tarea de elaboración del guión, o a la articulación técnica de su puesta en escena. Y es que si hay un elemento que en este film cobra un peso y una trascendencia enormes es el del trabajo actoral; el trabajo de un grupo de intérpretes que acumula tantísimas toneladas de talento, y derrocha tal grado de autenticidad y verismo en sus actuaciones, capaz de provocar auténticas convulsiones afectivas. Mucho se ha hablado y se hablará, no sin fundamento, de ese maravilloso duelo que nos brindan dos “monstruas” del calibre de Maribel Verdú y Blanca Portillo. Pero sería tremendamente injusto que esos merecidos parabienes nos hicieran olvidar el trabajo que ofrece el elenco masculino del film: cuatro billaristas cuyos personajes, de un perfil tan complicado de cuajar por más que la historia se preste a ello (extracción social humilde, gente común y vulgar en un entorno vulgar y común), requieren del punto exacto de cocción, ese en el que tu creación se hace cercana sin incurrir en la deformación del tópico. Jesús Castejón, Ramón Barea, Enrique Villén y Raúl Arévalo: cuatro nombres que hay que resaltar, porque el no hacerlo hubiera resultado casi una mezquindad por parte de quien emborrona estas líneas. Disfruten con ellas y ellos, y no dejen pasar la oportunidad de ver una de las mejores películas españolas de los últimos años.
Película reproducida en la VIII Muestra de Cine Internacional del año 2008.
Reseña elaborada por el socio de la Sección de Cine del Ateneo de Córdoba Manuel Márquez Chapresto.