Ateneo de Córdoba. Calle Rodríguez Sánchez, número 7 (Hermandades del Trabajo).

PRÓXIMOS ACTOS DEL ATENEO DE CÓRDOBA

Nueva Junta Junta Directiva del Ateneo de Córdoba

Marzo , 1a.quincena. Conferencia de JUAN ORTIZ VILLALBA. " LA MASONERÍA EN CÓRDOBA ". (Presenta José Luis García Clavero).
Jueves 11 de abril. Conferencia de DESIDERIO VAQUERIZO." LOS ORIGENES DE CÓRDOBA". (Presenta J.L.G.C).
Finales de abril, primera semana de mayo. Proyección del documental "MONTE HORQUERA" de FERNANDO PENCO, galardonado en diversos Festivales internacionales (Italia, India, Holanda etc,)
Lunes 11 de Mayo. Conferencia de MANUEL VACAS." LA GUERRA CIVIL EN EL NORTE DE LA PROVINCIA DE CÓRDOBA.LAS BATALLAS DE POZOBLANCO Y PEÑARROYA- VALSEQUILLO". (Presenta Antonio BARRAGÁN).Todos los actos en la Sede del Ateneo.

CONVOCADOS LOS PREMIOS DEL ATENEO DE CÓRDOBA
XI Premio de Relato Rafael Mir.
XXXIX Premio de Poesía Juan Bernier.
IX Premio Agustín Gómez de Flamenco Ateneo de Córdoba.

Fallo de las Fiambreras de Plata 2023, relación de homenajeados aquí.

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Antonio Granadino Salmoral

De Ateneo de Córdoba
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Nació en Córdoba el 27 de septiembre de 1941, en la calle Santa María de Gracia 112 esquina a calle Polichinela en el castizo barrio de San Lorenzo. Con siete años mudó de domicilio a la calle San Fernando, esquina a calle San Francisco.

De párvulo estuvo en el colegio de las Francesas, en la plaza de Aguayos. Estudió los dos primeros años de bachillerato en el Colegio Cultura Española (Hermanos de la Salle) y el resto en el Colegio Virgen del Carmen. Aprobó el preuniversitario en la Academia Hispana y, posteriormente, el Curso Selectivo de Perito Industrial.

En su juventud toma contacto con los movimientos especializados de Acción Católica, incorporándose de una forma activa a ellos. En esta organización católica empieza a colaborar con compañeros como el que fuera presidente de la JACE Manuel Arenas Martos, con Rafael Morales Montes, Eduardo Leiva Hernández, Ildefonso López García Sotoca y otros muchos que compartieron los ideales de hacer un mundo más humano por medio de vivenciar en ellos el mensaje de Jesús de Nazaret.

En 1960 ingresó en el Seminario Metropolitano de Sevilla. Alternando con los estudios toma contacto con el mundo obrero, intentando encarnarse en él mediante las vacaciones de verano al incorporarse como trabajador en fábricas en Cataluña o participando en Campos de Misión organizados por el mismo Seminario. En el año 1963 se traslada al Seminario de San Pelagio de Córdoba donde cursó cuatro años de Teología. Durante el curso 1967/68 residió en Madrid en el Instituto Juan XXIII de Pastoral realizando estudios de Psicología y Pedagogía.

En Navidad de 1967 fue ordenado sacerdote adscrito como Subdirector a la Delegación Diocesana de Vocaciones colaborando con el también presbítero Felipe Tejederas Porras, cargo que compaginó con la capellanía del Colegio Mayor Universitario Lucio Aneo Séneca y con la consiliaría de la JEC (Juventud Estudiante Católica) en la rama de Enseñanza Media, compartiendo dicho trabajo conjuntamente con el consiliario Daniel Navas Morcillo hasta que fue movilizado como alférez – capellán en Melilla, Alhucemas y Chafarinas, donde pasó cerca de dos años.

Fue el encargado de montar y después coger la responsabilidad del famoso Club Nueva Frontera en colaboración con el seglar José Cobos Ruiz de Adana el que fuera su presidente. Dicho Club tenía como misión el aglutinar jóvenes procedentes de varias parroquias, donde se alternaban conferencias de tipo social, flamenco, religioso, etc. con determinadas actividades lúdicas: excursiones, proyecciones cinematográficas, grupo de rock o poesía y teatro. Fue socio del Círculo Cultural Juan XXIII.

A la vuelta del Servicio Militar fue nombrado consiliario Diocesano de la JIC (Juventud Católica de Medios Independientes). Antonio siempre tuvo contacto con la JOC (Juventud Obrera Cristiana) cuyo consiliario por muchos años fue Paco Aguilera (El Cura Paco). Como labor pastoral se propuso junto a otros sacerdotes el fomentar los Grupos Cristianos de Base que estaban compuestos por matrimonios, religiosas y solteros/as; entre ellos se encontraban las parejas formadas por Luisa Jimena y Rafael Sarazá Padilla o Concha y Paco (Francisco Natera Natera). Mantuvo toda esta labor presbiterial hasta solicitar la secularización en 1976. En diciembre de 1976 contrae matrimonio.

Después de diversos trabajos en fábricas y comercios de Córdoba durante su periodo sacerdotal –llámese cura obrero, aunque él no acaba de estar conforme con ese calificativo-, trabajó en una empresa de instalación de aire acondicionado a la vuelta del servicio militar, de transportista autónomo y de agente de seguros. En 1982 ingresó como ordenanza en el Ayuntamiento de Córdoba, entidad en la que permaneció hasta su jubilación en 2006, siendo responsable desde 1984 de las tareas de participación ciudadana y de cooperación internacional.

Luchador permanente tanto en su época de presbítero como secularizado; esta actitud le motivó algún disgusto, al ser agredido y detenido por la policía franquista al unirse a una manifestación de albañiles, siendo en ese instante cura-obrero. Persona apasionada en todo lo que emprende, firme en sus convicciones, de carácter dicharachero y burlón que hace agradable estar en su presencia.

Forma parte de la Asociaron de Vecinos del Santuario así como miembro del Consejo del Movimiento Ciudadano por elección de la Asamblea de Ciudad en 2008.

Anécdotas

Siendo Antonio capellán en el colegio Mayor Lucio Anneo Séneca, muestra su talante abierto y personalidad, en cierto modo, iconoclasta. Con el grupito de colegiales que iban a misa se puso de acuerdo en fecha y hora, suprimiendo la Misa oficial semanal. Alguno de ellos, al principio, le costaba trabajo comulgar entre semana abriendo el Sagrario él mismo, cuando Antonio no podía asistir. Él tenía derecho a una asignación como Capellán, pero después de discutirlo con Paco Martínez (el Director) se llegó al acuerdo de no coger tal paga, la cual estaba aumentada por los gastos de su comida, de esa forma iría a becar a algunos de los escolares con necesidad. Y así lo hicieron.
Estando Antonio de cura-obrero, trabajaba en una tienda muy conocida de ultramarinos, uno de sus cometidos era repartir los pedidos de la compra a los clientes. Se dio la circunstancia de ir a entregar un pedido a una Inspectora de Enseñanza que no estaba en su piso; para evitar volver le rogó a un vecino que hiciera el favor de dárselo cuando llegara dicha persona. La inspectora llamó a la tienda de una forma desaforada diciendo: - Espero que semejante acción no vuelva a ocurrir más. Antonio correctamente fue a pedir excusas, pero el recibimiento por parte del cliente estuvo lleno de arrogancia y orgullo diciendo la consabida coletilla: -“Usted no sabe quien soy yo”. Antonio enfadado le dijo: - Esos no son modales de hablar, máxime viniendo de usted que es religiosa de un Instituto Secular. Ahí termino la cosa. Cuando llegó a la tienda se lo contó al dueño, que era amigo de Antonio y persona de buen carácter diciéndole: -Esta bien. No te preocupes, total; una clienta de menos.
Cuando fue detenido Antonio por motivo de haberse unido a una manifestación de albañiles, y estando en comisaría fue el Vicario General de la Diócesis a ver lo que pasaba. Hallándose en un despacho Antonio, el Vicario y el comisario, se dirigió este último al detenido: - Niño, yo no sabía que tu eras sacerdote: si no te hubiéramos tratado mejor. La reacción de Antonio fue quitarse la camisa delante del Vicario diciendo: -No se fíe usted de esas “suavonas” palabras. Mire los moratones que me han propinado. Añadiendo: -Me han preguntado sobre mi profesión y he dicho que soy repartidor, pues no quiero privilegio ninguno.
Con motivo de la muerte de varios albañiles en una famosa huelga en Granada, se celebró un funeral en la Iglesia de la Compañía, cuyo párroco era Joaquín Canalejo Cantero. La iglesia estaba abarrotada de personas creyentes y no creyentes. Dentro de la liturgia se cantó “Nunca fui a Granada” de Rafael Albertí. Posteriormente un conocido comunista le comentó a Antonio: -Mira si estaba emocionado que cuando se cantó “Salve Madre, en la tierra de mis amores…” arranqué a cantarla. Antonio le dijo: -Seguro que la recordabas de niño cuando fuiste a los Salesianos.
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