Ateneo de Córdoba. Calle Rodríguez Sánchez, número 7 (Hermandades del Trabajo).
PRÓXIMOS ACTOS DEL ATENEO DE CÓRDOBA
Nueva Junta Junta Directiva del Ateneo de Córdoba
Marzo , 1a.quincena. Conferencia de JUAN ORTIZ VILLALBA. " LA MASONERÍA EN CÓRDOBA ". (Presenta José Luis García Clavero).
Jueves 11 de abril. Conferencia de DESIDERIO VAQUERIZO." LOS ORIGENES DE CÓRDOBA". (Presenta J.L.G.C).
Finales de abril, primera semana de mayo. Proyección del documental "MONTE HORQUERA" de FERNANDO PENCO, galardonado en diversos Festivales internacionales (Italia, India, Holanda etc,)
Lunes 11 de Mayo. Conferencia de MANUEL VACAS." LA GUERRA CIVIL EN EL NORTE DE LA PROVINCIA DE CÓRDOBA.LAS BATALLAS DE POZOBLANCO Y PEÑARROYA- VALSEQUILLO". (Presenta Antonio BARRAGÁN).Todos los actos en la Sede del Ateneo.
CONVOCADOS LOS PREMIOS DEL ATENEO DE CÓRDOBA
XI Premio de Relato Rafael Mir.
XXXIX Premio de Poesía Juan Bernier.
IX Premio Agustín Gómez de Flamenco Ateneo de Córdoba.
Fallo de las Fiambreras de Plata 2023, relación de homenajeados aquí.
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Wolfgang Petersen
Wolfgang Petersen (Emden, Baja Sajonia (Alemania), 14 de marzo de 1941) es un director de cine alemán.
Biografía
En 1954 entra a formar parte de una compañía teatral como actor y ayudante de dirección; trabaja como realizador para la televisión estatal alemana (1966); realiza diversos telefilms en 35 mm, algunos de los cuales son exhibidos en los cines comerciales (1970-1980). Nominado al Oscar al Mejor Director y al Mejor Guion Adaptado por El submarino (Das Boot, 1981). Fundador de la productora Cappella Films. Bajo la denominación de nuevo cine alemán, en un intento por emular otros movimientos cinematográficos del momento o anteriores (el free cinema, la nouvelle vague), surgieron varios directores a finales de los años sesenta y principios de los setenta.
Al margen de nacer inmediatamente antes o durante la Segunda Guerra Mundial en Alemania, muchos de ellos trabajaron en la televisión teutona. A partir de aquí, se forjaron los nombres de Peter Fleischmann, Volker Schlöndorff, Daniel Schmid y Rainer Werner Fassbinder, entre otros. Aunque Wolfgang Petersen coincide en el lugar y en el tiempo con esta generación, su vinculación al nuevo cine alemán se reduce a algunas de sus producciones televisivas, que posteriormente se estrenarían en cine -La consecuencia y El jugador de ajedrez-, y en una forma de concebir los proyectos, desde la creación del guion hasta la dirección. Las preocupaciones estilísticas y temáticas de Petersen divergían de las de sus colegas, decantándose a partir de El submarino por un cine de evasión, que juega con elementos propios del thriller. Escrita por Petersen y tomando como referencia una obra de Lothar-Gunther Bucchei, El submarino se reveló como un auténtico descubrimiento en diversos festivales especializados, y posteriormente entre el gran público, evidenciando la habilidad de Wolfgang Petersen para mantener la tensión claustrofóbica dentro del sumergible en una misión secreta durante la Segunda Guerra Mundial.
Nominado al Oscar como mejor director y guionista -un hecho insólito por lo que concierne a la nacionalidad- Petersen buscó el soporte de distribuidoras internacionales para financiar en los estudios Bavaria una de las grandes superproducciones del cine alemán contemporáneo, La historia interminable, basada en el cuento de Michael Ende, punto de referencia de la literatura infantil. Tras un espectacular despliegue de medios, La historia interminable pudo competir en el mercado internacional a nivel de las producciones hollywoodienses, y de esta forma proyectar el nombre de Petersen a las más altas esferas. La gran acogida de público de La historia interminable y el sometimiento de la industria norteamericana a historias infantiles (los films y las producciones de Steven Spielberg, Jim Henson, George Lucas y John Hughes, entre otros) encasillaron a Petersen en este tipo de producciones.
El realizador teutón substituyó a Richard Loncraine (Ricardo III) en Enemigo mío, una historia fantástica que recurre, para la creación de los personajes, a los films de terror de los años cincuenta, y respecto al hilo argumental y a una estética visual similar a Infierno en el Pacífico (1968). Pero en el fondo, Enemigo mío no escapa al modelo de las producciones de Steven Spielberg o de Jim Henson de principio de los años ochenta, cuya área de influencia alcanza films del país originario de Petersen, como lo prueba El secreto de Joey, cuyo máximo responsable es Roland Emmerich, director que no tardaría en seguir los pasos de su compatriota. Probablemente en un escaso margen de tiempo, Petersen se había situado en el polo casi opuesto a sus primeros trabajos televisivos, que aportan una densidad dramática y social muy alejada de Enemigo mío.
Este enorme contraste que se percibe en la carrera de Petersen coincidió con una etapa de inactividad de cinco años -motivado por la cancelación de una serie de proyectos- que pareció hacerle regresar a un tipo de producción sujeta a los imperativos comerciales de la industria norteamericana, para espectadores más adultos, después de vivir un período de una cierta regresión por lo que se refiere a la media de edad de los asistentes al cine. Sus últimos films, La noche de los cristales rotos, En la línea de fuego, Air Force One (El avión del Presidente), Estallido, La tormenta perfecta, Troya o Poseidón transitan por el terreno del thriller o el cine catastrofista, pero de naturaleza bien distinta. A pesar de alcanzar una cierta estabilidad, su poder dentro de la industria ha disminuido en favor de servir a las grandes estrellas (Clint Eastwood, Dustin Hoffman, Harrison Ford, George Clooney, Brad Pitt, etc ) y a los productores del neo-Hollywood, que parecen erigirse en la marca de fábrica de sus producciones, como sucedió con Arnold Kopelson, artífice de Estallido, un film que coincidió en su estreno con un peligroso brote del virus ébola en África Central, factor que contribuyó a situarlo entre los más taquilleros de la temporada.